Receta de los aros de cebolla más ricos del mundo (quizá estoy exagerando)

Si creías que el hecho de que esté intentado comer más sano últimamente significaba que no ibas a ver recetas engordantes por el blog, estabas muy equivocado. Hoy es un día muy especial porque voy a publicar en el blog mi primera receta salada. Y, para seguir con la tradición de todas las recetas del blog, no es un plato en sí. En este caso se trata de un aperitivo. Pero no cualquier aperitivo, sino los aros de cebolla más ricos del mundo. Además llevan cebolla. Es una verdura. No lo convierte eso en un aperitivo moderadamente saludable? (sin contar con el pan, el aceite, la fritura, la sal...)

Por mucho que he escogido una bandeja bonita, debo decir que los aros de cebolla por lo general no son muy fotogénicos...


Antes de empezar, ya sabéis que no tengo ningún tapujo a la hora de reconocer que la receta no es mía. Yo hacía unos aros de cebolla mediocres (no eran los mejores del mundo ni por asomo). Se supone que los aros de cebolla son una comida poco sana, y los míos sabían demasiado a cebolla y no quedaban nada crujientes. Si vas a comer algo que sabes que engorda, mejor que esté buenísimo y así habrá merecido la pena. Entonces descubrí éste vídeo con la receta de los mejores aros de cebolla y cambió mi vida (para mal, porque me aparta de la vida sana). 
Como soy una persona desobediente por naturaleza, he modificado un poco la receta, he usado unos ingredientes más fáciles de encontrar y he cambiado las medidas un poco. Quieres ver mi versión? Y vamos con los ingredientes: 

• Media cebolla
• Aceite de oliva 
• Harina
• Maicena
• Pan rallado
• Sal y pimienta 

Cómo hacer los aros de cebolla: 

Cogemos una cebolla (si eres como yo ya estarás llorando en este punto), la partimos por la mitad transversalmente y separamos las diferentes capas de aros. Si queda algún trocito de esa especie de ¿tejido? que separa las capas colgando, arráncalo para que no nos moleste luego. (Me refiero al tejido que mirábamos por el microscopio en el colegio en clase de ciencias). 

Mezclamos en un bol o plato hondo cinco o seis cucharadas soperas de harina y dos de maicena y lo mezclamos con medio vasito de agua hasta que quede una pasta un poco como el cemento líquido. Echamos sal y pimienta al gusto (En el vídeo ella mezcla también dos cucharaditas de puré de patata también, yo no lo he probado pero seguro que le da un toque buenísimo).

En otro plato, ponemos unos puñados de pan rallado (y sal si te gusta mucho la sal).

Ahora cogemos un aro de cebolla, lo metemos en el "cemento" y luego lo rebozamos bien en pan. Hacemos lo mismo con todos los aros de cebolla. 

Ponemos un dedo de aceite en la sartén, lo dejamos calentar unos instantes y metemos los aros de cebolla. Depende del tamaño y del grosor tardarán más o menos en hacerse, pero calcula unos diez minutos. Cuando empiecen a estar de un tono anaranjado, sácalos del aceite y ponlos en un plato. Así estarán ricos y crujientes. 

Que no, que no consigo que parezcan apetitosos en la foto... 

Quizá no os parezcan los mejores aros de cebolla del mundo (en el aspecto los míos desde luego no lo son) pero a mi me gustan más que los que ponen en los restaurantes, quizá sea porque me gustan las cosas crujientes y no blandurrias, lo mismo me pasa con las patatas fritas. 

¿Tú haces aros de cebolla? ¿Te animas con la receta?